jueves, 9 de julio de 2015

Un desorientado peregrino en las alturas

El Santo Padre visita estos días algunos países de Latinoamérica, entre ellos Bolivia.
El pueblo de Bolivia proviene de distintas etnias indígenas, a los cuales los une la habilidad del mañoso y marxista Evo Morales, y un rasgo general: el sincretismo religioso.
Quinientos años de evangelización no han podido desterrar el culto a la pachamama, otros falsos dioses, y modernamente cultos satánicos, todos amalgamados con la verdadera religión.
Al paso obligado del papamóvil, hubo que ocultar un altar donde se rendía culto al demonio y a los dioses viejos.
Las multitudes lo saludaban con una mano en el corazón, y el puño izquierdo apretado con el brazo en alto.
Ahora Cristo, de la mano de Su Santidad, ha debido soportar una bofetada más en la agonía intemporal de Su santo sacrificio:

¿La desorientación del Santo Padre se deberá a la altura y la falta de oxígeno?
A todas luces debió haber rechazado el obsequio mal intencionado. ¿O quizás no lo hizo porque se olvidó de defender el Honor de Dios antes que el de los hombres?
La Santísima Virgen dijo en Fátima:
Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas.
¿Acaso Rusia se ha convertido? Por supuesto que no, y el mundo sigue su marcha descendente.
Lo que nos espera con un Pescador desorientado, ya no por las alturas, sino por la horizontalidad de su pensamiento, por su afán de gran comunicador -cuando esta tarea pertenece al Espíritu Santo- por su humildad mal entendida, que prefiere no utilizar las habitaciones pontificias, pero no subirse a los hombros de Santo Tomás ni a la Tradición de la Iglesia, sólo Dios lo sabe.
Al resto de los peregrinos sólo nos cabe orar.

P.S.
El siguiente artículo publicado en un matutino porteño, explica el origen de la cruz marxista: es una réplica de la cruz que utilizaba un sacerdote español de la teología de la liberación. Jesuita muerto en Bolivia durante el gobierno de García Meza, el Papa le realizó un homenaje en el punto de la autopista donde se encontró el cadaver. El jesuita se llamaba Luis Espinal.
Ahora sabemos como piensa el Santo Padre.
Vea el siguiente vínculo: http://goo.gl/m3R3bw