sábado, 17 de julio de 2021

Como ovejas sin pastor (Mc 6, 30-34)

 

 


La semana que culmina este sábado 17 de julio de 2021 se ha conocido una noticia que causa mucha pena, y que no es más que un nuevo latigazo en la continua flagelación del Cuerpo Místico de N.S. Jesucristo, a semejanza de su Pasión: el Obispo de Roma ha dispuesto que no se pueda rezar más la misa en latín (estamos hablando del nuevo ordo de los últimos papas) en ninguna iglesia que sea Parroquia, y de ser rezada en otro lugar, sólo será posible con autorización especial del diocesano del lugar.

Los medios del mundo, refocilándose en esta clase de noticias, han titulado: “réquiem para la misa en latín”; “un nuevo desafío del papa al ala conservadora de la Iglesia”, y así sucesivamente.

No ven en ello más que la noticia del momento, así como la gran masa de católicos, legos que al igual que Jorge Bergoglio, no saben ni hablar ni rezar verdaderamente en la lengua de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

Quienes conocemos de antiguo el accionar de este jesuita en la Argentina, no nos podemos extrañar. Militante de la Teología de la Liberación (versión argentina, teología del pueblo de Dios), siempre ha sido coherente entre su pensamiento y sus actos. Lo de esta semana, es una espina más en la corona de Nuestro Señor. Un acto más, sin solución de continuidad, en toda su vida consagrada. Consagrada a la destrucción por medio de instrumentos poderosos: no a la tradición de la Iglesia, no al pensamiento y a la filosofía tomista, sí a la Iglesia sinodal, sí al “quien soy yo para juzgar”, atrevimientos varios, como decir que rezamos el padrenuestro de forma errada en latín, aludiendo al párrafo “et ne nos inducas in tentationem”.

Ceremonias que subrayan la aparente hermandad y ante las masas la “equivalencia” entre todas las religiones, olvidando que "El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama"(Mt. 12, 30). Mirar para otro lado cuando los obispos alemanes, en un nuevo cisma de hecho, autorizan en sus respectivas diócesis la consagración de uniones ilegales y escandalosas de personas homosexuales, a pesar de que las enseñanzas de la Santa Iglesia y de su catecismo lo condenan. El silencio cómplice en la cuestión del aborto, no solo en su país de origen, sino autorizando a un supuesto presidente católico como Joe Biden a recibir la eucaristía mientras favorece el asesinato de niños por nacer.

Dice el Profeta Jeremías en la primera lectura de este domingo durante el año:

¡Ay de los pastores que dispersan y dejan que se pierdan las ovejas de mi rebaño! - oráculo del Señor -.

Por tanto, esto dice el Señor, Dios de Israel a los pastores que pastorean a mi pueblo:
«Vosotros dispersasteis mis ovejas y las dejasteis ir sin preocuparos de ellas. Así que voy a pediros cuentas por la maldad de vuestras acciones - oráculo del Señor -.

Sólo Dios sabe -de la larga lista de ungidos verdaderos papas- cuantos están en el infierno.

Sólo nos cabe, como lo enseña Nuestro Señor, mientras Bergoglio tenga vida, pedir que el Espíritu Santo lo ilumine, aunque sea en el último aliento, y Dios tenga misericordia del alma de este nefasto pastor.

Mientras tanto, nosotros, los nuevos cristianos de las catacumbas, aquellos que ni siquiera podemos hablar abiertamente con cualquier presbítero sin afrontar las consecuencias, debemos seguir confesando la verdadera Fe. La de siempre. Y si en algo novedoso nos asaltan humanas dudas acerca de su bondad o validez, pues quedarnos con lo antiguo. Es preferible equivocarse con los Padres y Doctores de la Iglesia: San Agustín, Santo Tomás, Santa Catalina de Siena, Santa Teresa Benedicta de la Cruz y tantos, tantos otros, que “acertar” con los nuevos teólogos que Bergoglio tiene “escondidos” (por lo menos dos principales en la Argentina).

La Providencia no nos abandonará. El sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María siempre estarán a nuestro lado sosteniéndonos.

Seguramente el próximo papa será algún Cardenal a quien Bergoglio ya le haya otorgado la púrpura.

En algún momento -quien sabe cuándo- será elegido Pedro el romano, el último papa. Luego aquellos que todavía estén en este valle de lágrimas verán llegar al Juez Fiel y Veraz.

No se olviden: Aquel que persevere hasta el fin se salvará.