martes, 5 de marzo de 2013

Un Peregrino más

Luego de que el Santo Padre renunciara al ministerio petrino, dijo claramente: "ahora soy un peregrino más".
Querido Papa Emérito: no eres un peregrino cualquiera.
Aunque hayas tomado un recodo del camino y no te veamos más caminar delante nuestro hacia la Tierra de los Vivientes; aunque extrañemos enormemente tu figura frágil y tu voluntad de hierro, no, no lo eres.
Aunque ya no tengamos la oportunidad de orientarnos mediante tu discernimiento de teólogo eminente, y ya no experimentemos la cotidiana humildad que trasuntaban todos los actos de tu pontificado, nos queda la luz que proyecta la lámpara de tus escritos, de tus discursos, de tus inspirados libros acerca de Nuestro Señor Jesucristo.
Y por cierto, desde el resto de tu terrena peregrinación, nos queda el recurso poderoso de tu oración constante por la Iglesia, haciendo crecer el Reino de Dios entre nosotros.
Adiós, peregrino: llevas intacta en esta etapa final de tu camino tu nombre,  tu honra y tu esperanza.
Sin duda al término de tu peregrinar te espera nuestra Madre para conducirte a los pies del Señor y entregarte la eterna corona de los justos.

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